En la década de los años 90, las calles de San Salvador, capital de El Salvador, resonaban con los ritmos urbanos y la energía inigualable de La Mara Santos. Nacidos en los barrios más humildes, este grupo de jóvenes encontró en la música una salida y una voz para expresarse frente a las complejidades y desafíos de la vida cotidiana.
La banda se formó oficialmente en 1995, pero su historia comenzó mucho antes, cuando Carlos "El Toro" Morales (voz y guitarra) conoció a Jorge "El Músico" Márquez (batería) en una reunión comunitaria. Ambos jóvenes compartían una pasión por los ritmos latinos y el rock, y decidieron unir fuerzas para crear una banda que reflejara sus experiencias y aspiraciones.
Pronto se les unieron María "La Maravilla" Santos (bajo) y Pedro "El Pibe" Hernández (teclados). Juntos comenzaron a tocar en fiestas locales, bares y plazas públicas, capturando la atención de un público que buscaba una voz que resonara con sus propias vivencias.
En 1998, La Mara Santos lanzó su primer álbum, "Voces de la Calle", un trabajo que mezclaba rock, cumbia y ritmos salvadoreños con letras contundentes y auténticas. El disco no solo ganó popularidad en El Salvador, sino que rápidamente se convirtió en un fenómeno en toda Latinoamérica.
Con temas como "Ciudad de Fuego" y "Alma Guerrera", el álbum capturó la lucha y la esperanza de una generación. Sus letras
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El Tatito
Hoy tenia ganas de fumar a la mañana
pero mire pa' la esquina y nadie estaba
por allá cayo el tatito
siempre con su fernandito
me dijo que el tenia me invitaba
y me invitaba, me invitaba a ganar
porque conmigo como dos y se que al recordar
que yo no miento, que voy al frente te cuento
que fue mi laburo antes de hacer esto
antes de que escuche mi letra la gente
antes cuando parecia un loco demente
de gira en gira, luna en luna,de coche en coche
bien de trasnoche no me cabe niun reproche
Y me invitaba el tato pahí, y me invitaba el tato pahí
y me invitaba el tato pahí, y me invitaba el guacho pahí