El grupo musical Sabroso nació en la Argentina a fines de los años 90, en una época en donde la cumbia y el cuarteto dominaban la escena. Formado por Gustavo 'El Turco' Ortiz y Diego Granadé en la ciudad de Córdoba, el dueto inició su camino musical con una propuesta fresca y llena de energía.
Ambos músicos tenían un sueño claro: llevar el ritmo y la alegría de la música popular a todo el país. Desde sus primeros shows en clubes y fiestas locales, Sabroso capturó el corazón del público con su mezcla única de cuarteto, cumbia y baladas románticas.
La carrera de Sabroso despegó rápidamente gracias a su primer álbum titulado 'La Vuelta del Trío', lanzado en 2001. Con este trabajo, lograron ganar espacio en las principales emisoras de radio, y algunas de sus canciones, como 'Un Poquito de Amor' y 'Qué Será de Ti', se convirtieron en himnos populares.
El éxito inicial fue seguido por un intenso período de giras y presentaciones en todo el país. El grupo pronto se consolidó como uno de los referentes del género, especialmente en su Córdoba natal, donde llenaban estadios y sus conciertos eran verdaderas fiestas multitudinarias.
A medida que Sabroso continuaba ganando popularidad, su música comenzó a llegar más allá de las fronteras argentinas. El público latinoamericano, ávido de nuevos ritmos y talentos, acogió con entusiasmo al grupo.
Elizabeth
Yo era un hombre casado muy poco ilusionado cuando te conocí,
tú eras hija de alguien que tenía dinero, de otra clase social.
Y estuvimos de acuerdo en amarnos un tiempo,
porque yo ya sabía que tarde o temprano todo se iba a acabar.
Y tu departamento por escasos tres meses era nuestro testigo,
como si comprendiera que lo tuyo y mio era todo prohibido.
Como todo se acaba, cada uno a su casa,
y si somos concientes olvidemonos todo, no ha pasado aqui nada.
Elizabeth, dime cuándo te vas,
dime cuánto nos queda para poderte amar,
porque sé que mañana yo te voy a extrañar.
Elizabeth, dime cuándo te vas,
dime cuánto nos queda para poderte amar,
porque sé que mañana tú me vas a extrañar.
Yo era un hombre casado muy poco ilusionado cuando te conocí,
tú eras hija de alguien que tenía dinero, de otra clase social.
Y estuvimos de acuerdo en amarnos un tiempo,
porque yo ya sabía que tarde o temprano todo se iba a acabar.
Todo lo que vivimos fué porque lo sentimos pero ya no va más,
porque un hombre que tiene un hogar y una esposa no se puede arriesgar
y como todo se acaba, cada uno a su casa,
y si somos concientes olvidemonos todo, no ha pasado aqui nada.
Elizabeth, dime cuándo te vas,
dime cuánto nos queda para poderte amar,
porque sé que mañana yo te voy a extrañar.
Elizabeth, dime cuándo te vas,
dime cuánto nos queda para poderte amar,
porque sé que mañana tú me vas a extrañar.