Motörhead, una de las bandas más influyentes en la historia del rock y el heavy metal, fue fundado en 1975 por el carismático y rebelde Lemmy Kilmister. Antes de crear Motörhead, Lemmy había sido miembro de varios grupos, incluyendo la banda de rock psicodélico Hawkwind. Sin embargo, su salida de Hawkwind en 1975 fue el punto de partida para formar su propia banda, con la que deseaba llevar la música a un nivel de intensidad sin precedentes.
El nombre Motörhead tiene sus raíces en la jerga inglesa que describe a los consumidores de anfetaminas, lo cual sugería la energía y el estilo de vida rápido y desenfrenado de la banda. Desde el principio, Lemmy deseaba crear música que fuera ruidosa, rápida y sin concesiones, diferenciándose de cualquier otra banda contemporánea. Esta filosofía quedó plasmada en su estilo musical, una mezcla potente de punk rock y heavy metal.
La formación inicial de Motörhead incluía, además de Lemmy en el bajo y voz, a Larry Wallis en la guitarra y Lucas Fox en la batería. No obstante, esta alineación no duró mucho tiempo. Eddie Clarke (guitarra) y Phil "Philthy Animal" Taylor (batería) pronto se unieron a Lemmy, y juntos grabaron el álbum debut homónimo Motörhead, lanzado en 1977. Este álbum insinúa el sonido crudo y enérgico que definiría a la banda en los años siguientes.
La verdadera explosión de Motörhead en la escena del rock
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The hammer
El Martillo
>Deja que el asesino se vaya.
>No permitas que tu madre lo sepa.
>No salgas esta noche.
>No intentes siquiera luchar,
>porque me doy cuenta
>de que tengo la cosa que necesitas.
>Y voy a seguir aquí,
>va a ser así.
>No intentes huir.
>No intentes gritar.
>Créeme, el Martillo
>va a hacer pedazos tu sueño.
>Estoy metido en tu vida,
>puede que en tu esposa.
>Podría estar a tus espaldas,
>podría seguirte el rastro.
>Y podría ser verdad,
>podría andar sobre ti.
>Te tendré medio muerto de miedo,
>te dejaré sin aliento.
>No intentes mirar,
>no intentes ocultarte.
>Créeme, el Martillo
>te va a matar.
>No hay posibilidad
>de que veas otro día.
>Voy a acabar con tus esperanzas,
>te traeré la noche eterna.
>Y tus trucos eternos
>me empiezan a poner enfermo.
>Lo único que sé
>es que te tienes que ir.
>No intentes esconderte.
>No mires a tu alrededor.
>Créeme, el Martillo
>te va a derribar.
>Créeme, el Martillo… ¡cae!