Luna, la banda que dejó una huella imborrable en la música alternativa, dio sus primeros pasos en un sótano oscuro de una pequeña ciudad en el noreste de Estados Unidos. Fundada en 1991 por Dean Wareham, quien previamente había tocado en la influyente banda Galaxie 500, el grupo surgió con una alineación inicial compuesta por Wareham, el bajista Justin Harwood y el baterista Stanley Demeski. Desde un principio, Luna prometía explorar terrenos sonoros nunca antes pisados.
El año 1992 marcó el lanzamiento de su álbum debut, Lunapark, que capturó la atención de críticos y fans por igual. Con canciones llenas de melancolía, riffs de guitarra precisos y letras poéticas, el disco se consolidó rápidamente como una obra de culto. La mezcla de rock alternativo, dream pop y toques psicodélicos ofrecía algo único en los turbulentos años 90, y Luna empezó a ganar fama.
El siguiente álbum, Bewitched (1994), amplió su audiencia y aseguró su lugar en la escena musical. Siempre llenos de sorpresas, lanzaron el exitoso Penthouse en 1995, con colaboraciones sorprendentes como Tom Verlaine de Television. Con este disco, Luna consolidó su estilo: una fusión de melodías hipnóticas y letras introspectivas.
Como ocurre en muchas bandas, Luna no fue inmune a los cambios. En 1999, Sean Eden se unió como guitarrista, y Lee Wall reemplazó a Demeski en la batería. Con esta nueva formación,
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All of a sudden
The girl of my dreams
She never asks
She always screams
Do you see her face
In a puddle at my feet
As i bend down
To kiss the street
And i'll come runnin' to her
And i'll come runnin' to her
Her sleep is troubled
Her face will twitch
She wakes up angry
And i'm bewitched
Her smile is forced
She's always late
But she's not sorry
And i capitulate
And i'll come runnin' to her
And i'll come runnin' to her
All of a sudden
The girl of my dreams
She never asks
She always screams