Exterminador, la emblemática banda del género regional mexicano, ha dejado una huella imborrable en la historia de la música. Con una discografía extensa y un estilo inconfundible, su trayecto está lleno de momentos memorables y logros significativos.
En 1992, en tierras californianas, nació Exterminador, una agrupación creada por Juan Corona y su hermano Fernando Corona. Desde sus inicios, el grupo mostró una inclinación hacia el estilo del arcocorrido, un subgénero del corrido que relata historias de la vida real, en particular aquellas relacionadas con el narcotráfico.
El atractivo de Exterminador radica en su habilidad para plasmar en sus canciones historias crudas y reales. La mayoría de sus letras abordan temas como la vida de los narcotraficantes, la violencia y los problemas sociales. Este enfoque los ha convertido en favoritos tanto de los fanáticos del género como de aquellos interesados en la realidad social mexicana.
A lo largo de los años, Exterminador ha lanzado más de 20 álbumes. Algunos de los más destacados incluyen:
Varios hitos han definido la carrera de Exterminador. En 1995, el álbum "Narco Corridos Prohibidos" les brindó reconocimiento regional e internacionalmente. En 2001, el significativo disco "Su Majestad El Corrido" consolidó su posición como una fuerza relevante en el género.
El éxito de Exterminador no solo se mide por ventas y premios, sino también por su impacto en la sociedad. Sus canciones invitan a reflexionar
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Cruz De Marihuana Song Lyrics
Cruz De Marihuana by Exterminador Cuando me muera levanten
una cruz de marihuana,
con diez botellas de vino
y cien barajas clavadas,
al fin ¿qué fue mi destino?
Andar en las sendas malas.
En mi caja de la fina
mis metrallas de tesoro.
Gocé todito en la vida:
joyas mujeres y oro.
Yo soy narcotraficante,
sé la rifa por el polvo.
Sobre mi tumba levanten
una cruz de marihuana.
No quiero llanto ni rezo,
tampoco tierra sagrada,
que me entierren en la sierra
con leones de mi manada.
(¡Y ahí me voy compa'!)
Que esa cruz de marihuana
la rieguen finos licores
siete días a la semana,
y que me toquen mis sones;
con la música norteña,
ahí canten mis canciones.
Que mi memoria la escriban
con llanto de amapola,
y que con balas se diga
la forma de mi pistola,
para gallos en mi tierra,
la sierra fue nuestra gloria.
Sobre mi tumba levanten
una cruz de marihuana.
No quiero llanto ni rezo,
tampoco tierra sagrada,
que me entierren en la sierra
con leones de mi manada.