La Arrolladora Banda El Limón de René Camacho, conocida simplemente como La Arrolladora, es sin duda una de las agrupaciones más emblemáticas de la música regional mexicana. Nació en el corazón de la región sinaloense, en el pueblo de El Limón de los Peraza, municipio de Mazatlán, Sinaloa. La banda fue fundada en 1997 por René Camacho, un músico con una visión clara y un talento innegable para el arte de la banda sinaloense. La creación del grupo fue el resultado de años de experiencia y dedicación al mundo musical por parte de Camacho, quien ya había trabajado con otras bandas de renombre.
Desde sus inicios, La Arrolladora se destacó por su inconfundible estilo basado en una mezcla de letras románticas con ritmos tradicionales de banda sinaloense. La banda no tardó en conquistar el corazón del público mexicano y de millones de aficionados de la música regional en todo el mundo.
Su primer gran éxito llegó con el álbum "Y Que Quede Claro" en 1997, el cual fue un parteaguas en su carrera y les otorgó una sólida base de seguidores. La cancelación de la distancia generacional ha sido una de sus grandes virtudes, logrando mantenerse vigentes con un público joven pese a sus ahora varias décadas de trayectoria.
Ojos en Blanco
Fuimos demasiado rápido, todo se dio tan ilógico que ni lo note, contigo nunca fui romántico, ni mágico fui trágico, fanático y loco adicto a tu piel, hubo tanto fuego entre los dos que ni nos dimos cuenta cuando el amor nos visitó, estábamos acariciándonos, besándonos y dándonos le dimos vuelo a nuestra imaginación.
Contigo no hubo, palabras bonitas, pues yo prefería besarte todita, a ti te gustaba gozar de rodillas y yo disfrutaba estar mirando tus mejillas lo nuestro no fue ningún cuento de hadas aunque siempre fuiste princesa en mi cama yo siempre te di todo lo que querías, asta te cumplí tu más enferma fantasía y ahora te marchas me mandas al diablo, pero no me aguito soy hombre y me aguanto, deberas deseo que él sepa ponerte los ojos en blanco.
Contigo no hubo, palabras bonitas, pues yo prefería besarte todita, a ti te gustaba gozar de rodillas y yo disfrutaba estar mirando tus mejillas lo nuestro no fue ningún cuento de hadas aunque siempre fuiste princesa en mi cama yo siempre te di todo lo que querías, asta te cumplí tu más enferma fantasía y ahora te marchas me mandas al diablo, pero no me aguito soy hombre y me aguanto, deberas deseo que él sepa ponerte los ojos en blanco.