Venís
Venís trayendo monedas del diablo,
venís sintiendo los engranajes de esta larga y dura vida
y andando muy lejos del fuerte suspiro del mar
y acercándote a las alas largas del destino.
Venís muriendo, como las rocas que quedan en el camino,
venís sintiendo todo ese frío calor que por tus venas va y va.
Venís mordiendo el anzuelo amargo de un pescador
que va trayendo a una presa siniestra con una ilusión.
Venís muriendo, como las rocas que quedan en el camino,
venís sintiendo todo ese frío calor que por tus venas va y va.
Y andando muy lejos, del fuerte, del fuerte suspiro del mar
y abrazados a las alas largas del destino.