Poema del descensor
Soy un producto ciudadano
tan montevideano que ni barrio tengo
yo nací en un ascensor que descendía
sin patio y sin vereda, lo lamento.
Nací más allá del entrepiso
casi casi cerca del sub-suelo
tuve que subir mil escalones
para abrir una ventana y verte: cielo.
En un céntrico edificio de ocho pisos
a través de un tragaluz miré la vida
y así quedé, nublado para siempre
yo nací en un ascensor que descendía.