Conformados por la pasión y el fervor musical, Los Cachorros de Juan Villarreal nacieron en el corazón de México. Desde sus humildes inicios, la banda se distinguió por un estilo auténtico y profundo, reflejando las tradiciones musicales del norte del país. Juan Villarreal, el alma mater del grupo, comenzó a moldear su visión musical en el pequeño pueblo de Sabinas Hidalgo, Nuevo León. En sus primeros años, la música resonaba en las fiestas locales, donde Villarreal y sus compañeros interpretaban canciones que narraban historias de amor, desamor, y vida cotidiana.
En la década de los 70s, Los Cachorros hicieron su entrada oficial en la industria discográfica. Con su primer álbum, "El Corrido de Juanito", captaron la atención del público, mostrando un dominio inigualable del acordeón y las guitarras. Temas como "La Pista Secreta" y "La Poseída" se convirtieron en himnos, narrando aventuras de personajes míticos que resonaban con la realidad social del momento. Estos primeros éxitos fueron el empuje necesario para que el grupo adquiriera notoriedad nacional.
Los años 80 marcaron una etapa de expansión y crecimiento para Los Cachorros de Juan Villarreal. Con el lanzamiento de discos como "Los Entiéndemos" y "Cachorros para Siempre", consolidaron su lugar en la música regional mexicana. En cada rincón del país, el acordeón de Juan Villarreal y su voz característica eran inconfundibles. Las giras se hicieron más extensas, llevando sus sonidos a públicos en Estados Unidos y América Latina.
La Noria Escondida
Año del mil novecientos cincuenta y tres que paso
En una noche de invierno esta tragedia paso
Allá en la noria escondida un hombre lo platico
Era una noche tranquila cuando la luna brillo
Luego el aullido de un perro aquel silencio rompió
Una mariposa negra del mal agüero llego
Otro día por la mañana un hombre se iba a casar
Con una linda muchacha que era hija del caporal
Sin saber que aquella noche ya los acechaba el mal
Llego el caporal borracho en su caballo alazan
A las doce de la noche cuando ya se iba a acostar
Al ver a su hija dormida de su honra quizo abusar
Desgarrada del vestido después de tanto luchar
Armándose de una daga le dice hacia el caporal
Si te atreves a tocarme mejor me voy a matar
Con la daga la muchacha se atravesó el corazón
Luego su padre asustado casi perdió la razón
Y montando en su caballo se fue con rumbo al panteón
Unos vecinos lo siguen en el momento en que huyo
Y alla en la noria escondida con su caballo callo
Y cuentan los del poblado que ya nunca mas volvió