Pablo Abraira nació el 1 de julio de 1949 en Madrid, España. Desde una edad temprana, mostró un profundo interés por la música, influenciado por los clásicos géneros de bolero y balada romántica que escuchaba en casa. Sus inclinaciones musicales se fueron consolidando durante su adolescencia, período en el cual se dedicó a estudiar canto y a perfeccionar su habilidad para tocar la guitarra.
En sus primeros años como músico, Pablo Abraira formó parte de varios grupos juveniles y coros, donde comenzó a hacerse un nombre. Sin embargo, el éxito no llegaría hasta 1976, cuando lanzó su primer álbum en solitario, "O tú o nada". Este disco marcó el inicio de una carrera ascendente, consolidándose posteriormente con éxitos como "Gavilán o paloma" que le otorgó reconocimiento internacional.
Los años 70 y 80 fueron el periodo dorado de Pablo Abraira, donde su estilo romántico cautivó a multitudes. Su capacidad para transmitir emociones intensas y su tono melodioso hicieron que canciones como "Hablame de ti" y "Enséñame a olvidar" se convirtieran en himnos de la época. Estos temas no solo le dieron una posición sólida en el panorama musical español, sino que también le abrieron las puertas a escenarios internacionales.
A lo largo de su carrera, Pablo Abraira recibió numerosos galardones que avalan su talento y contribución
Ver BiograFia Completa
Ando confundido todavía
y tu ausencia es más presente cada día.
Los recuerdos no perdonan,
la razón ya no funciona.
Aún no aprendo
a estar sin tí
María.
Quiero decirte que lo siento
y creo que me llegó el momento
de decirte que no vivo
si no estás aquí conmigo.
Que hasta el alma se me apaga.
Que no hay luz en mi mirada,
sin ti,
María,
María.
Y si el mundo va a saltar en mil pedazos,
no me importa, no me importa
nada importa
si te tengo entre mis brazos
para siempre.
Ser tu amigo, tu amante
estando junto a ti.
Llevo en cada poro tu fragancia
que no puedo borrar con la
distancia.
Y a pesar de que el destino
se atraviese en mi camino,
te llevo en mí
dentro de mí,
María.
Hoy en realidad nada pretendo
porque todo lo que fue lo llevo
dentro.
Y a pesar de que no vivasi no
estás conmigo
y que el alma se me apague,
y sin luz en mi mirada, sin ti
María,
María.
Y aunque el mundo salte en mil pedazos,
no me importa, no me importa
nada importa
porque tú ya formas parte de mi vida, como amante,
como amiga.
Estás en mí,
porque hay algo de ti
que ha pasado a formar parte de mi vida
y da vida a pesar de estar sin ti.