Díselo de una vez
Regresa cada año
rebosante de payasos, trapecistas,
fieras y demás.
Su carpa roja y blanca
se levanta en el lugar de siempre.
Un precioso lugar enre montañas
cerca de la ciudad en la que vive una chica
que al salir del trabajo
suele ir a la última función, por las noches.
Y se queda a escuchar hasta el último compás
que en el número final de la orquesta.
Luego se va.
Se marcha caminando,
y vuelve a casa tan cansada,
que se acuesta nada más llegar.
Repasa sus recuerdos uno a uno antes de dormir,
y se duerme después con el de siempre:
el del músico aquel que nunca la mira.
Ella espera el valor para decirle
que hace años que va solo por verle.
Quizá mañana pueda dominar su timidez,
y al fin y de una vez... se atreva.
Quizá en lugar de irse al acabar,
se quede a hablar con él.
Y aunque a mi me parece
que ya son muchos mañanas que no llegan,
quiero confiar en que ella haya encontrado
ese valor tan esperado,
antes que el se vaya otra vez.