Al papel sobre el que escribo
Debes de estar tan harto de escuchar
siempre la misma historia repetida,
la noria que gira y gira en la misma dirección.
Hago de la pluma un puente por donde traer
de mi corazón a tus espaldas
esta pesada carga que no puedo soportar.
La sangre de mi herida es la tinta que dejo en ti
y escribo mientras espero que se haga cicatriz.
Siento haber tatuado en tu piel
el nombre de ella demasiadas veces.
Siento que no te pudiera tocar
ninguna otra suerte que la de escuchar
la triste confidencia de alguien que no
tiene la paciencia de esperar.
Esperar sin manchar de rojo
el blanco de tu tez,
esperar la madurez que le haga fuerte
para esconder en el silencio toda esta tristeza
y nunca más cometer la bajeza de volcarla sobre ti.