Antonio González Flores, conocido artísticamente como Antonio Flores, nació el 14 de noviembre de 1961 en Madrid, España. Hijo de Lola Flores, la legendaria artista española, y del músico y productor Antonio González “El Pescaílla”, Antonio creció en un entorno profundamente artístico y cultural. La influencia de sus padres y de sus hermanos, Lolita y Rosario Flores, fue determinante en su desarrollo musical.
Desde joven, Antonio mostró un gran interés por la música. Aprendió a tocar la guitarra y comenzó a componer sus propias canciones. A los 16 años, escribió uno de sus primeros temas, "No dudaría", que más tarde se convertiría en uno de sus mayores éxitos. Aunque su carrera comenzó de manera discreta, Antonio estaba decidido a dejar su huella en el mundo de la música.
En 1980, lanzó su primer álbum titulado “Antonio”. A pesar de contar con el respaldo de su familia, el disco no obtuvo el éxito esperado. Sin embargo, esto no desanimó a Antonio. Continuó trabajando con determinación y pasión, buscando su propio estilo y voz en la industria musical.
El verdadero reconocimiento llegó en 1986 con el álbum “Gran Vía”. Este trabajo mostró una faceta más madura y evolucionada de Antonio Flores, y el público comenzó a apreciar su talento único. Canciones como "Siete vidas" y "Isla de Palma" tuvieron una gran acogida y consolidaron su carrera.
En 1994, Antonio lanzó
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Donde nos llevó la imaginación,
donde con los ojos cerrados
se divisan infinitos campos.
Donde se creó la primera luz
junto a la semilla de cielo azul
volveré a ese lugar donde nací.
De sol, espiga y deseo
son sus manos en mi pelo,
de nieve, huracán y abismos,
el sitio de mi recreo.
Viento que a su murmullo parece hablar
mueve el mundo con gracia, la ves bailar
y con él, el escenario de mi hogar.
Mar, bandeja de plata, mar infernal
es su temperamento natural,
poco o nada cuesta ser uno más.
De sol, espiga y deseo...
Silencio, brisa y cordura
dan aliento a mi locura,
hay nieve, hay fuego, hay deseo,
ahí donde me recreo.