Morning side
Esto es una fantasía, un sueño.
Era historia de un hombre.
Esto es una fantasía, un sueño.
Amaneció
y se murió.
Nadie lloró,
tan solo se quedó.
Y al morir
dejó una mesa hecha con amor.
Y con sus manos esto le escribió:
"A mis hijos."
Amaneció,
y desperté
con la emoción
de tristezas que soñé.
La claridad
borra la congoja de mi corazón,
cuando recuerdo lo que nos legó:
una mesa tallada que decía:
"A mis hijos."
Recuerdo que las patas fueron torneadas con sus viejas manos.
Y la mesa de pesado roble, tan noble como él,
y los niños que a ella se sentaron la lustraron con sus risas,
Dios, aquellos fueron tiempos, Dios.
Amaneció,
y se murió.
Nadie lloró,
tan solo se quedó.
Qué triste es
que no haya nadie para reclamar
esa humilde herencia,
que dejó:
una mesa tallada que decía:
''A mis hijos.''