Carlos Alberto Solari, conocido popularmente como "Indio Solari", nació el 17 de enero de 1949 en Paraná, Entre Ríos, Argentina. Desde temprana edad, Carlos mostró un gran interés por la música, influenciado por la rica cultura musical de su país. Pasó su infancia en Paraná y más tarde se trasladó a La Plata, donde comenzó a forjar una carrera que lo llevaría a convertirse en una figura icónica del rock argentino.
La verdadera explosión de su carrera llegó en la década de 1970 cuando, junto con un grupo de amigos, fundó Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. La banda se distinguió no solo por su estilo musical, sino también por su mística y su capacidad para conectar con un público variado. Con una mezcla de rock, poesía y crítica social, "Patricio Rey" se convirtió rápidamente en una de las bandas más influyentes en la escena musical argentina.
En 1985, la banda lanzó su primer disco, "Gulp!", que causó un gran impacto y recibió una excelente recepción tanto de la crítica como del público. No mucho tiempo después, en 1986, el grupo lanzó "Oktubre", consolidando aún más su lugar en el panteón del rock nacional. Estos álbumes, junto con los lanzamientos posteriores como "Un baión para el ojo idiota" y "¡Bang! ¡Bang!... Estás liquidado", establecieron a la banda como gestores de un sonido único y una narrativa provocadora.
A lo largo de los Ver BiograFia Completa
Rezando solo
Si rezo solo Dios se aburre igual.
Pero así, creo, me escucha mejor.
Parece que en el cielo no se portan bien...
Se ensucian con su mas feo resplandor.
Y allí ésa fiel serpiente
la que jamás te miente,
(la que se fue enroscado al puñal)
silba bajito.
Custodia las mentiras que colgó
de aquél manzano en el Edén más cruel
...con su piel.
¡No tengo ganas ya, de rezar por mí!
Son las cosechas finales de un segador
que ya no mira el cielo,
si sopla anillos de humo al rezar
desde su barro.
Si rezo solo Dios se aburre igual.
Pero así, creo, me escucha mejor.
Que ya no mira el cielo,
si sopla anillos de humo al rezar
desde su barro.
En la verdad de Dios faltó claridad
como en los sueños
del feo Calibán que soy.
¡Mis lujurias no son ingeniosas ya!
(Desde un póster viejo me veø gritar)
Y allí ésa fiel serpiente
la que jamás te miente,
(la que se fué enroscado al puñal)
reza y aburre.