Panchito Arredondo nació un 23 de junio en la pequeña localidad de Sabinas, Coahuila. Desde temprana edad, Francisco "Panchito" Arredondo mostró una inclinación notable por la música. Hijo de una familia modesta, creció rodeado de la riqueza cultural del norte de México, con influencias del corrido, la banda y la música norteña. Sus primeros pasos en la música los dio en las reuniones familiares y en pequeñas fiestas locales, donde empezó a destacar gracias a su voz potente y su habilidad con la guitarra.
Su talento no pasó desapercibido y, a los 18 años, Panchito decidió perseguir su sueño con más determinación. Se mudó a Monterrey, donde comenzó a tocar en bares y cantinas. Fue en estos escenarios donde empezó a cosechar sus primeros seguidores. En 2003, logró firmar su primer contrato con una pequeña disquera local, lanzando su primer álbum titulado "Raíces del Norte". El sencillo "Aquel Amor" se convirtió en un éxito regional, catapultando su carrera.
Con el éxito de su primer álbum, Panchito Arredondo ganó reconocimiento y nuevas oportunidades. En 2006, lanzó su segundo álbum, "Corazón Norteño", que incluía el hit "Mi Tierra", una canción que evocaba la esencia de su tierra natal. Este disco no solo consolidó su fama en el norte de México, sino que también abrió las puertas en el resto del país.
El Perdedor
Se que piensas marcharte ya lose y no te detendré, has lo que tu quieras sin embargo recuerda que yo eh estado aquí en el mismo lugar, que si solo tienes ganas de hablar con gusto escuchare.
Y si el supo darte mas amor supo llenarte mas que yo,
Claro que se perder claro que se perder.
No tienes porque disimular esas lagrimas están demás, si tienes que irte vete ya, sin embargo esperaba que te quedaras pero el agua hay que dejarla correr mientras yo me tragaba palabras que no te pude decir, y si el viento hoy sopla a tu favor yo no te guardare rencor.
No, claro que se perder no será la primera vez, hoy te vas tu y mañana me ire yo, sere un buen perdedor el mundo no cambiara alguien sin duda ocupa tu lugar.
No tienes porque disimular esas lagrimas están demás, si tienes que irte vete ya, sin embargo esperaba que te quedaras pero el agua hay que dejarla correr mientras yo me tragaba palabras que no te pude decir, y si el viento hoy sopla a tu favor yo no te guardare rencor.
No, claro que se perder no será la primera vez, hoy te vas tu y mañana me ire yo, sere un buen perdedor el mundo no cambiara alguien sin duda ocupa tu lugar.