Indigo nació en un pequeño estudio de una concurrida ciudad en el año 1978. Marcos, Sofía y Carla, tres amigos apasionados por la música, decidieron un día unirse para experimentar con sus sonidos favoritos. A pesar de sus diferentes influencias —Marcos provenía del mundo del rock, Sofía adoraba el jazz y Carla se inclinaba por la música electrónica— lograron crear una fusión única que sorprendió a sus primeros oyentes.
En 1980, Indigo lanzó su primer álbum "Colores del Alma", una mezcla caleidoscópica de géneros que cautivó tanto a críticos como a fanáticos. Fue un éxito rotundo. Canciones como "Azul Nocturno" y "Verde Esmeralda" se convirtieron en himnos instantáneos. En poco tiempo, el nombre de Indigo resonaba en todos los rincones del país.
Con el éxito de "Colores del Alma", Indigo comenzó a ganar notoriedad internacional. Fueron invitados a tocar en algunos de los festivales más prestigiosos del mundo, incluyendo Glastonbury y Coachella. Su capacidad para mezclar diferentes géneros y culturas musicales les brindó una audiencia global diversa y apasionada.
Durante los años 80 y 90, Indigo lanzó varios álbumes que se convirtieron en clásicos indiscutibles. "Arco Iris Sonoro" (1985), "Luz y Sombra" (1990), y "Ecos del Futuro" (1995) no solo multiplicaron sus seguidores, sino que también les otorgaron numerosos premios, incluyendo varios Grammys y discos de platino.
Humo Blanco
Por que te fuiste así
y me dejaste el dia gris
porque dejaste agujeros negros
en toda esta ciudad
porque apagaste el sol
y me dejaste helando el amor
porque rearmaste el mundo
y lo volviste a desarmar
afuera ya no llueve y aun me cuesta despertar
el humo blanco de las nueve no me deja respirar
arriba quedo el sol, abajo quedamos los dos
el silencio no es inocente y no recuerda donde va
tan grande es la ciudad
que pierdo el rastro que deje atras
tan largas son las noches
que olvida la oscuridad
dejaste el mar sin sal
llenaste el tiempo y volviste alla
dejaste largas horas
esperando algo de mas
afuera ya no llueve y aun me cuesta despertar
el humo blanco de las nueve no me deja respirar
arriba quedo el sol, abajo quedamos los dos
el silencio no es inocente y no recuerda donde va
afuera ya no llueve y aun me cuesta despertar
el humo blanco de las nueve no me deja respirar
arriba quedo el sol, abajo quedamos los dos
el silencio no es inocente y no recuerda donde va