Jesucristo Superstar no es simplemente un grupo o cantante; es un fenómeno que marcó una generación. Esta ópera rock, creada por Andrew Lloyd Webber (música) y Tim Rice (letras), se estrenó por primera vez como un álbum conceptual en 1970. Gracias a la habilidad lírica y musical de estos dos talentos británicos, la obra se catapultó al éxito en un abrir y cerrar de ojos.
El álbum conceptual Jesucristo Superstar se estrenó en septiembre de 1970 bajo el sello de MCA Records. Este doble LP no tardó en levantar tanto elogios como controversia. La interpretación moderna y humanizada de Jesús, Judas y los otros personajes bíblicos tocó la fibra sensible de muchos, generando debates que iban desde lo religioso hasta lo artístico.
Impulsados por el éxito del álbum, los creadores decidieron presentar Jesucristo Superstar en escenarios teatrales. El espectáculo debutó en Broadway en octubre de 1971, dirigido por Tom O'Horgan y producido por Robert Stigwood. A pesar de que la producción recibió críticas mixtas, especialmente en su debut en Broadway, el público se mostró entusiasta y las entradas se vendieron a un ritmo vertiginoso.
Poco tiempo después, en 1972, la ópera rock llegó al prestigioso West End de Londres. Esta versión, dirigida por Jim Sharman, también tuvo un éxito considerable, consolidándose como un fenómeno teatral tanto en América como en Europa.
Palacio de pilatos
Pilatos: ¿Quien es y que hace aqui, este pobre
desgraciado?. ¿Quien es el acusado? Soldado: Un
tal Cristo, dicen que es rey. Pilatos: Oh, tu eres
Jesucristo el que arma tantos lios, te llaman rey
de los judios. Ya se que eres popular pero eres
rey, ¿rey de verdad?. Jesus: Tu lo dices. Pilatos:
¿Que quieres demostrar? esa no es respuesta ¿No
quieres admitir que tal vez puedas morir? Habeis
visto, de verdad, me asombra su tranquilidad, ¡Que
singular! ¡No quiere hablar! Galilea es tu region
y no es de mi jurisdiccion, ¡no soy tu juez!
Herodes es. Coro: Ho Sanna hey Sanna Sanna Sanna
Ho, Sanna hey Sanna Ho, Jesus. puedes explicar, si
este es tu final, si viniste solo para morir