Desde sus humildes comienzos en los paisajes urbanos de Japón hasta convertirse en una sensación mundial, Naruto ha labrado un camino lleno de éxitos, desafíos y evoluciones musicales. Su presencia no solo ha influido en la industria de la música, sino que también ha dejado una huella indeleble en la cultura pop global.
La historia de Naruto comienza en el corazón de Tokio a finales de los 90s. Originalmente, el grupo nació como una colección informal de amigos que compartían una pasión por la música y el anime. Inspirados por el icónico manga Naruto creado por Masashi Kishimoto, adoptaron el nombre del protagonista, evocando un espíritu de perseverancia y coraje.
La formación inicial de Naruto constaba de cinco miembros: Hikaru Sato (vocalista principal), Kenji Yamamoto (guitarra líder), Meiko Tanaka (teclados), Ryo Nakamura (batería) y Tetsuya Fukuda (bajo). Cada uno de ellos aportó su propio estilo y talento, permitiendo que el grupo desarrollara un sonido único que combinaba rock japonés tradicional con influencias modernas.
En el año 2000, Naruto lanzó su primer álbum titulado Genin Chronicles. Este álbum debut contenía una mezcla de canciones que variaban desde baladas emotivas hasta piezas enérgicas de rock, resonando profundamente con los adolescentes y jóvenes adultos. Canciones como “Ninja Path” y “Subete no Kage” rápidamente escalaron en las listas de popularidad.
El éxito inicial del álbum llevó a Naruto a embarcarse
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Sing
Reconozco un grito de dolor
Retumbando en mi cabeza
Pero voy directo a la cicatriz
Puedes escucharme
Puedes escucharme
Puedes escucharme (yo también)
Porque me siento vacio, después de verte aquí
Creo que si sigo así enloqueceré
Aunque me hagas sentir el dolor, yo nunca te dejare
Aunque me rompas el corazón en el intento
Este dolor que siento no puedo contenerlo
Si sigo así explotare de rabia
Y no quiero perjudicarte ni a ti ni a nadie
Aunque me sea imposible ganar, nunca me rendiré
El mundo no necesita más muertes
Y si me voy de aquí nunca te olvidaré
A pesar de todo el dolor que contenga
No resistiré mucho, todo tiene un final.
Puedes escucharme (yo también)