El Binomio de Oro, uno de los nombres más emblemáticos del vallenato colombiano, fue fundado el 16 de junio de 1976 por el cantante Rafaél Orozco Maestre y el acordeonero Israel Romero Ospino, mejor conocido como "El Pollo Isra". Este dúo se convirtió rápidamente en un referente del género, brindando al público inolvidables melodías que permanecen en el corazón de los amantes del vallenato.
Durante su primera década, el Binomio de Oro experimentó un notable crecimiento en popularidad. Publicaron una serie de álbumes que se convirtieron en clásicos de la música vallenata. La química entre Orozco y Romero era innegable, cada uno aportando su talento y carisma, lo que resultó en exitosos sencillos como “Solo Para Ti” y “Momentos de Amor”.
En 1992, la historia del Binomio de Oro se vio marcada por un trágico evento: el asesinato de Rafaél Orozco. Este suceso dejó un vacío en la agrupación y en los corazones de sus seguidores. Sin embargo, Israel Romero decidió seguir adelante, decidido a mantener viva la esencia del grupo.
Después de la partida de Orozco, varios nuevos talentos se unieron al Binomio de Oro, incluyendo cantantes como Juan Carlos Centeno y Jean Carlos Centeno, quienes aportaron una energía renovada. Durante esta época, el grupo continuó lanzando álbumes que resonaron con el público, algunos de ellos
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Deja que sigan diciendo
Deja que sigan hablando
Porque te están destruyendo
Si tu siempre estás luchando
Que látigo tan furioso
El que me está fustigando
Yo no tuve la fortuna con la sombra del buen árbol
Pero tengo la confianza de que Dios me irá ayudando
Paciente espero el momento
Yo sé que se está acercando
Y aquí seguiré esperando
A veces tengo momentos de tristeza y soledad
La nostalgia invade mi alma y me dan ganas de llorar
El cuerpo se me estremece y no lo puedo controlar
Pero ha llegado el momento de decirles la verdad.
Deja que sigan diciendo
Deja que sigan hablando
Porque te están destruyendo
Si tu siempre estás luchando
Que látigo tan furioso
El que me está fustigando.
Deja que sigan diciendo, deja que sigan hablando
Porque te están destruyendo si tu siempre estás luchando
Que látigo tan furioso el que me está fustigando
Con el paso de los años yo me iré fortaleciendo
La fe sacude montañas y el que persevera alcanza
Sólo mi viejo acordeón sabe todo lo que yo siento
Porque siempre me acompaña.
Ahora siento la nostalgia porque tengo que viajar
Atrás quedan los recuerdos, las gaviotas y ese mar
Que miro en la ventanilla y el avión se aleja más
Pero ahora estoy muy contento con mi regreso triunfal
Deja que sigan diciendo, deja que sigan hablando
Porque te están destruyendo si tu siempre estás luchando