Redencion
Inconciente del pasado,
reclamando mis pecados,
en el cielo una puerta se abre,
la mano de Dios se extiende,
y un nuevo suspiro se enciende.
Mi via es dolorosa,
como deseo entrar,
mis penas son culposas,
mi camino a perdonar.
Siente su gracia, misericordia.
Siente su fuerza, extrema.
Vive su sueño, anhelo.
Prepara su reino, el cielo.