Naruto Shippuuden no solo es una serie icónica de anime y manga, sino que también ha dejado una huella imborrable en la industria musical. Este "grupo/cantante", como se le conoce popularmente, se ha convertido en una poderosa fuerza cultural que une a fans de todas partes del mundo a través de sus emocionantes temas de apertura y cierre. A continuación, te invito a conocer la historia completa de este fenómeno musical.
La música de Naruto Shippuuden se originó en Japón, en conjunto con el estreno del anime, que es una continuación directa del popular Naruto. La serie, que comenzó a transmitirse en 2007, necesitaba una banda sonora que no solo acompañara las emocionantes aventuras de Naruto Uzumaki, sino también que envolviera emocionalmente a los espectadores.
El compositor Yasuharu Takanashi fue uno de los principales responsables de la música de la serie. Su estilo, que incorpora elementos tradicionales japoneses con influencias contemporáneas, logró proporcionar a la serie una identidad musical única y potente.
Uno de los aspectos más destacados de Naruto Shippuuden son sus temas de apertura y cierre. Estos no solo anuncian el comienzo y el fin de cada episodio, sino que también reflejan los estados emocionales y narrativos de los personajes.
Openin 4. Closer
Debes de cuidar mucho
Todas esas cosas cercanas a ti
Sabes que cuando te acercas a algo
Mas dificil es poder verlo.
¿Puedes intentar explicarme esta felicidad
que acabas de experimentar?
O quiza fuiste bendecido
de una forma que no puedes recordar.
Y ahora te quedas ahi
Mientras sigues viviendo y respirando.
Esos son pequeños milagros,
debes de darte cuenta.
Debes de cuidar mucho
Todas esas cosas cercanas a ti
Sabes que cuando te acercas a algo
Mas dificil es poder verlo.
Sabes que cuando te acercas a algo
Mas dificil es poder verlo.
Y nunca lo daré por hecho.
Está bien soñar con nunca darse por vencido
y perseguir tus objetivos
Todo el tiempo que pases hablando
Te alejaras mas de conseguirlo.
Meteré ese valor en mi interior
Y eso me ayudará a sobrevivir
Y nunca lo daré por hecho.
Vamos!