Virgencita pescadora
Ave María, señora,
tú que eres madre de Dios,
deja que el Río Bravo le ayude,
le ayude a este pescador.
Virgecita pescadora,
¿qué haces de la noche a sol?
Cuida mi vieja canoa,
mientras canto mi canción.
Habla con el río y dile,
que prodigue mi labor,
dejando tus aguas mansas,
que van a pesar de oración.
Ave María, señora,
tú que eres madre de Dios,
deja que el Río Bravo le ayude,
le ayude a este pescador.
Ave María, señora,
tú que eres madre de Dios,
deja que el Río Bravo le ayude,
le ayude a este pescador.
¡Ay, cumbia!
Que en esta noche de luna
mi rebozo vengo a tirar,
buscando entre tus entrañas
alimento, amor y paz.
Cuando llegue el alborada,
a las montañas me voy,
porque así estaré más cerca,
cuando reze mi oración.
Ave María, señora,
tú que eres madre de Dios,
deja que el Río Bravo le ayude,
le ayude a este pescador.
Ave María, señora,
tú que eres madre de Dios,
deja que el Río Bravo le ayude,
le ayude a este pescador.