Elder Díaz nació en el corazón de una cultura rica y vibrante, en Valledupar, Colombia. Desde temprana edad, su vida estuvo marcada por el sonido inconfundible del vallenato, un género musical que resuena en las calles, plazas y corazones de su pueblo natal.
Inspirado por su entorno y por una familia profundamente ligada a la tradición musical, Elder encontró en la música su pasión. Desde niño, demostró un talento innato para el canto y la composición, habilidades que perfeccionaría con los años hasta convertirse en uno de los mayores exponentes del vallenato contemporáneo.
La adolescencia de Elder Díaz estuvo marcada por una intensa dedicación a su carrera. Mientras sus amigos disfrutaban de actividades comunes, él pasaba largas horas practicando con el acordeón, componiendo y estudiando a los grandes maestros del vallenato. Este esfuerzo y dedicación pronto comenzaron a dar frutos.
En su juventud, Elder formó parte de varias agrupaciones locales, donde asentó las bases de su estilo y afinó su destreza musical. Con el tiempo, este joven prodigio se fue ganando la admiración de sus compañeros y el respeto de los veteranos del género.
A su mayoría de edad, Elder Díaz lanzó su primer álbum, un compendio de historias y ritmos que reflejaban fielmente la vida en su querida Valledupar. Fue un éxito inmediato, consolidándolo como una revelación en el mundo del vallenato. Su voz potente y emotiva, combinada con letras cargadas de sentimiento,
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Señor Policía
¡A gozar!
Ay... señor policía
a mi no me detenga
más bien corra conmigo
que la ladrona va a'lante
ayúdenme a detenerla
no deje que ella se escape
ay señor policía
la ocasión hace el ladrón
me descuidé y esa mujer
me robó el corazón
me deslumbré apenas la vi
y su mirada me flechó
Cambié mi vida por su amor
yo me compuse por su amor
yo dejé el trago por su amor
y de repente me dejó
(Coro)
Señor polícía
Señor policía
Detengame esa mujer
si no puede hacerlo usted
me le informa el capitán
que le diga al general
que me le ponga un retén
Por favor, por favor
que la detengan
que no se vivir sin ella
que la detengan
que no se vivir sin ella
que la detengan
porque ella es mi locura
Oa!... apa!... sabroso!
ay... cambié mi vida por su amor
yo me compuse por su amor
yo dejé el trago por su amor
y de repente me dejó
señor polícía, señor policía
detengame esa mujer
si no puede hacerlo usted
me le informa el capitán
que le diga al general
que me le ponga un retén
por favor, por favor
que la detengan
que no se vivir sin ella
que la detengan
que venga la Fuerza Aérea, la Marina, el Ejército, pero que no me dejen escapá mi muchacha
¡wiipa!
¡Sí señor!