Glorioso en medio del aire
Con sus cúpulas tan altas
Decía, súper, el Mercado:
“En el patio de comidas
va a ocurrir un gran milagro”.
Conventillos y sucuchos,
fonditas de mala muerte.
La noche piadosamente
pobrezas difuminaba.
Un Abasto casi nada.
Lo hizo grande el ocupante.
Jesús, nacido en pesebre,
seguro le dio una mano.
El lunfardo, en justa dosis.
Un Le Pera debussiano.
Un cantor cosmopolita
por los cielos retozaba.
Y los que dan te las quitan
en un Medellín brumoso.
Un avión que se deshace
entre unos cantos gloriosos.
Un Abasto casi nada.
Lo hizo grande el ocupante.
Jesús, de la mesa chica,
supo de qué se trataba.