Dentro del vasto universo de la música argentina, Zambayonny constituye un fenómeno digno de atención. Su nombre artístico, adoptado por el cantautor Diego Perdomo, resuena íntimamente entre los seguidores de la música popular y la trova urbana. Zambayonny ha conseguido capturar, a través de sus letras, la esencia de los rincones más cotidianos y grises de la vida urbana, dotándolos de una sensibilidad única y una ironía siempre astuta.
Nacido en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, Diego Perdomo comenzó su incursión en el mundo artístico en plena adolescencia. Fue en esos años de formación en los que el joven Zambayonny empezó a mostrar interés por la música y la literatura. Influenciado por artistas nacionales como Charly García y Joaquín Sabina, Zambayonny comenzó a componer canciones y poemas que relataban las pequeñas tragedias y alegrías del día a día.
El nombre 'Zambayonny' constituye un guiño irónico a los nombres rimbombantes y a la vez es una celebración de la simplicidad. Adoptado como parte de su identidad artística, este pseudónimo refleja su estilo irreverente y directo. Zambayonny no busca la perfección técnica, sino la honestidad y la conexión emocional con su audiencia.
Uno de los factores cruciales en la carrera de Zambayonny fue el auge de las plataformas digitales. En los años 2000, Zambayonny comenzó a distribuir sus primeras canciones a través de Internet, formando así una comunidad de seguidores que apoyaron su propuesta musical.
Ver BiograFia Completa
Los consejos son peligrosos
Dice mi mamá que no debo
irme del jardín con un extraño
y dice mi amigo Pipo que no debo
olvidarme nunca de su cumpleaños.
Dice mi abuela que no debo
aceptar golosinas por la calle
yo sé muy bien que no debo
agradecer amor con pasacalles.
Dice mi padrino que no debo
casarme antes de los treintaipico
dice la tele que no debo
usar las drogas para estar tranquilo.
Dice mi abuelo que no debo
abrir la puerta de mi casa si estoy solo
dice mi maestra que no debo
distraerme en su clase con todo.
Dice mi papito que no debo
desperdiciar ni un poco de comida
dice el amigo de mamá que no debo
contar cuando él estuvo de visita.
Dice mi hermana que no debo
creerles cuando lloran las mujeres
dice mi primo que no debo
creer que la vida se escribe en los papeles.
Dice mi madrina que no debo
decir palabrotas, ni pensarlas
dice mi Valeria que no debo
cantar cuando la directora habla.
Dice mi dentista que no debo
arruinarme los dientes con los chicles
dice mi tío que no debo
escuchar otra cosa que a los Beatles.