Chainatown
Sin usted, por aquí jamás sabremos la verdad,
qué fue no volverla a ver, la vida en un cajón de piel
con tentáculos, torturas y placer,
un mes y otro mes después, un eco en mi colchón.
Y a tientas va, se acerca,
y me cuenta sus tormentas.
Desperté abrazado a ti,
enredándome, zambulléndonos.
Te encontré entre la multitud,
te agarraste a mí, yo no me solté.
Y a partir de aquí, con lo mágico,
lo astronómico, seguirás en mí.
Hoy haré la canción
que sé que quieres para ti.
Tendrá lo mejor de mí
y un toque de color,
y así subirá por ti.
Dirá que nuestro amor brilló
más que el propio sol,
ardiendo hasta el final.
Y a tientas voy, la niebla,
si me llevan sus tormentas.
La verdad ya no dolerá,
estuviste aquí, no me lo inventé.
Siempre quedará Chainatown, Madrid,
Gondomar, Nigrán, las puestas de sol.
Y, en esta canción, bien pueden caber
los abrazos que me diste una vez.
Voy a tientas, hoy la niebla,
si me llevan mis tormentas.