Rosendo Mercado Ruiz nació el 23 de febrero de 1954 en Madrid, España, en el barrio de Carabanchel. Desde muy joven, mostró un interés desbordante por la música, específicamente por el rock. A mediados de los años 70, Rosendo se convirtió en uno de los fundadores de un trío que cambiaría la cara del rock español: Leño.
Formado en 1978, Leño fue la plataforma que catapultó a Rosendo a la fama. La banda mezclaba el rock puro con influencias de blues y toques de psicodelia, creando un sonido único y distintivo. Entre sus álbumes más destacados se encuentran:
Después de la disolución de Leño en 1983, Rosendo decidió emprender una carrera en solitario, llevando consigo la esencia y el espíritu del rock urbano.
El debut en solitario de Rosendo llegó con el álbum Loco por Incordiar en 1985, que fue recibido con entusiasmo tanto por la crítica como por su creciente base de fanáticos. El álbum incluyó éxitos como Maneras de Vivir y Pan de Higo, ambos considerados como himnos del rock español.
A lo largo de su longeva carrera, Rosendo ha lanzado más de una veintena de discos. Algunos de ellos incluyen:
Rosendo ha sido galardonado con numerosos premios por su contribución al rock y la música en general. En 2014, recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, un reconocimiento
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Amenaza desastre
Punto de mira marca mortal,
algo no estamos haciendo bien
y no hay nadie, no hay nadie.
Ya se respira calma fatal,
pesa en el aire su desnudez
y no hay nadie, no hay nadie.
Amenaza desastre, suelta lastre, huye,
y ¿a dónde vas?
Aquí no hay nadie.
Demasiado desgaste, la verdad se intuye
y el miedo más.
Aquí no hay nadie, aquí no hay nadie.
Ya no conviene razón de ser,
no se detiene la saciedad
y no hay nadie, no hay nadie.
Truena en el cielo la oscuridad
nada esta claro en lo que se ve
y no hay nadie, no hay nadie.
Barre las calles un vendaval,
fluye el desaire y la insensatez
y no hay nadie, no hay nadie.
Brama la infamia su libertad,
cunde en silencio el acto de fe
y no hay nadie, no hay nadie.
Amenaza desastre, suelta lastre, huye.
Y ¿a dónde vas?
Aquí no hay nadie.
Demasiado desgaste, la verdad se intuye
y el miedo más.
Aquí no hay nadie, aquí no hay nadie.