Miriam Raquel Hernández Navarro, más conocida como Myriam Hernández, es una de las cantantes más influyentes de la música romántica en Hispanoamérica. Nació el 2 de mayo de 1967 en la ciudad de Ñuñoa, Santiago de Chile. A lo largo de su carrera, ha dejado una profunda huella en la industria musical por su inconfundible voz y la profundidad emocional de sus interpretaciones.
Desde muy joven, Myriam mostró un interés especial por la música. Participó en diversos concursos escolares y eventos locales, destacándose siempre por su talento vocal. Su familia la apoyó incondicionalmente, lo que le permitió desarrollar sus habilidades artísticas desde temprana edad.
Su debut en la televisión chilena se produjo a los 11 años en el programa "Generación Joven". Este primer contacto con el público televisivo sería una plataforma inicial que le abriría muchas puertas en el futuro.
En 1988, a la edad de 21 años, lanzó su primer álbum homónimo "Myriam Hernández". El sencillo principal, "El hombre que yo amo", rápidamente se convirtió en un hit en Chile y otros países latinoamericanos. La canción permitió que Myriam se consolidara como una cantante prometedora en el género romántico.
En los años siguientes, continuó lanzando éxitos como "Peligroso Amor", "Un Hombre Secreto" y "Huele a Peligro". Su estilo único y la capacidad de transmitir emociones profundas en sus canciones la convirtieron en una de las favoritas del público.
La
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Tu tiempo pasó
Que yo sufrí al separarnos,
Por más que te explique no vas a entender,
Fue un momento duro y amargo,
Algo inesperado, difícil y cruel.
Yo me preguntaba a mí misma,
Porque no entendía que cosa hice mal,
Yo pensaba que me moría,
pero sigo viva, me pude parar.
Sola, me fui curando sola,
Pero que ironía, que extraña es la vida,
Ahora me pides perdón,
te hirieron y tienes las alas caídas,
Por eso me hablas de amor,
y a mí que me cuentas y a mí que me cuentas,
Si ya tu tiempo pasó, ya pasó.
Yo no estoy buscando venganza,
Aunque no lo niego, me gusta el sabor,
Puse tus virtudes y faltas en una balanza, y gano lo peor.
Sola, me fui curando sola ,
Pero que ironía, que extraña es la vida,
ahora me pides perdón,
te hirieron y tienes las alas caídas,
por eso me hablas de amor,
y a mí que me cuentas y a mi que me cuentas,
si ya tu tiempo paso,
Y ahora que te veo,
no tiembla mi cuerpo, no tiembla mi voz,
pase de tus besos, pase del deseo, pase del dolor.
Pero qué ironía, que extraña es la vida,
Ahora me pides perdón,
te hirieron y tienes las alas caídas,
Por eso me hablas de amor,
y a mí que me cuentas y a mí que me cuentas,
Si ya tu tiempo paso,
(ya tu tiempo, ya tu tiempo paso)
(Ya tu tiempo, ya tu tiempo pasó)
Si ya tu tiempo pasó,
(ya tu tiempo, ya tu tiempo pasó
(ya tu tiempo, ya tu tiempo pasó)