Desde y hacia
Ponle un altavoz a la vecina,
abre al universo su poesía,
el espacio de oídos asistiendo
la constante manivela de los días.
Mi abuela mi entrevista más preciada.
A mi madre la abordo con cautela.
A mi padre no me atrevo a preguntarle
si quedó su sueño preso en la quimera.
Los programas se repiten sigilosos
entramados con misterios de la vida.
Mis amores van cayéndose a pedazos
por la idea repetida y repetida.
No descanso hasta que las paredes se levantan
como muros encriptando las salidas.
Junto a mí se acuna la mente
pues del pecho brotan más que melodías.
Son los cantos preservados de la historia.
Silvio y Jara los sabían.
Hoy repito memorias con nostalgia,
la manera de escribirme hoy es del tiempo.
De aquí saco el peso de los cambios,
de aquí mismo la constancia y la alegría.
Son los cantos preservados de la historia.
Silvio y Jara los sabían, los sabían.