Nacido en el esplendor de los campos sinaloenses, Julián Mercado descubrió desde muy joven su pasión por la música. Proveniente de una familia humilde, Julían supo desde pequeño que su principal fortaleza residía en su voz y su capacidad para transmitir emociones a través de ella. Las canciones que entonaba en reuniones familiares pronto le hicieron ganar la admiración y el cariño de todos aquellos a su alrededor.
La adolescencia de Julián estuvo marcada por su incesante deseo de dedicarse al canto. Con una guitarra prestada y muchas ganas de salir adelante, comenzó a presentarse en diversas fiestas y eventos locales. Su habilidad para interpretar éxitos de artistas consagrados le permitió ser reconocido en su comunidad, donde empezó a generar una base de seguidores fieles.
La oportunidad que cambió la vida de Julián llegó cuando participó en un concurso regional de canto. Su interpretación magistral de una balada ranchera causó una gran impresión en el jurado, asegurándole una victoria rotunda. Este triunfo no sólo le otorgó exposición mediática, sino también le abrió las puertas para grabar su primer demo.
El demo resultó ser todo un éxito en emisoras locales, llamando la atención de diversos productores. Fue así como Julián grabó su primer álbum titulado "Sueños de un Ranchero", que rápidamente se posicionó en el gusto del público. Sus canciones comenzaron a tocarse en radios de todo el país, consolidándolo como una figura emergente en el
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Letra Los Laureles - Julián Mercado
se secaron los laureles
ya no cantan los jilgueros
en la carcel del olvido
ai un hombre prisionero
ai un hombre prisionero
en la carcel del olvido
que paso siempre olvidado
que fui siempre tan querido
me recargo en los candados
y comienzo a suspirar
ya mi pelo se hizo blanco
pensando en la libertad
dichoso los que al quererse
gozan de felicidad
(Musica)
los barandales de acero
se han doblado con el tiempo
pero ellos no sienten nada
de lo que yo estoy sintiendo
pero amor quiero cariño
pero soy tan desdichado
que aunque me miren sufriendo
vivo preso aqui olvidado
me recargo en los candados
y comienzo a suspirar
ya mi pelo se hizo blanco
pensando en la libertad
dichoso los que al quererse
gozan de felicidad