Desde que la humanidad ha buscado un vehículo para expresar su devoción divina y espiritualidad, la música ha jugado un papel esencial. Entre los muchos géneros que han emergido, Coros Cristianos destaca como una manifestación excepcional de este anhelo. Con raíces que se hunden en la tradición litúrgica y coral, estos grupos no solo han proporcionado una banda sonora para la fe, sino que también han traspasado las barreras del tiempo y la cultura, resonando en corazones de todas las edades.
El origen de los Coros Cristianos se remonta a los primeros días del cristianismo, cuando la música sacra y los cánticos gregorianos comenzaron a formar parte integral del rito religioso. Estos cantos, conocidos por su belleza y simplicidad, se cantaban en latín y buscaban llevar a los fieles a una experiencia más profunda de lo divino.
Con el pasar de los siglos, las iglesias comenzaron a formar coros más organizados. En el período del Renacimiento, por ejemplo, surgieron compositores como Palestrina y Orlando di Lasso, cuyas obras para coro siguen siendo interpretadas hoy en día. En la Edad Media y el Renacimiento, estos grupos se expandieron y se convirtieron en un fenómeno cultural en sí mismos, influenciando incluso a la música secular.
Evangelio con poder
El evangelio del poder
el mundo debe conocer
a tí y a mí Dios escogió
para hablar de su amor
CORO
//Id por todo el mundo y predicad.
El evangelio a toda criatura
y ¿quién irá?
¿quién por nosotros hablará?
Heme aquí Señor, envíame a mí.//
Nos eligió para brillar entre tinieblas de maldad.
La salenosa nos llamó para este mundo transformar
Tantos que sufren sin saber que a satanás pueden vencer.
Y solo falta predicar, los campos blancos ya están
Coro por veces
Instrumental
Coro por 2 veces
///Heme aquí señor envíame a mi///