Desde que la humanidad ha buscado un vehículo para expresar su devoción divina y espiritualidad, la música ha jugado un papel esencial. Entre los muchos géneros que han emergido, Coros Cristianos destaca como una manifestación excepcional de este anhelo. Con raíces que se hunden en la tradición litúrgica y coral, estos grupos no solo han proporcionado una banda sonora para la fe, sino que también han traspasado las barreras del tiempo y la cultura, resonando en corazones de todas las edades.
El origen de los Coros Cristianos se remonta a los primeros días del cristianismo, cuando la música sacra y los cánticos gregorianos comenzaron a formar parte integral del rito religioso. Estos cantos, conocidos por su belleza y simplicidad, se cantaban en latín y buscaban llevar a los fieles a una experiencia más profunda de lo divino.
Con el pasar de los siglos, las iglesias comenzaron a formar coros más organizados. En el período del Renacimiento, por ejemplo, surgieron compositores como Palestrina y Orlando di Lasso, cuyas obras para coro siguen siendo interpretadas hoy en día. En la Edad Media y el Renacimiento, estos grupos se expandieron y se convirtieron en un fenómeno cultural en sí mismos, influenciando incluso a la música secular.
Lázaro (Los trigales)
Recitado:
Había un hombre enfermo que se llamaba Lázaro
Natural de Betania, el pueblo de María y de Marta, hermanas de Lázaro
Esta María fue la que derramo perfume sobre los pies de Jesús y lo seco con sus cabellos
Así pues, las dos hermanas mandaron a llamar a Jesús
Sin embargo, el Maestro todavía debía visitar la ciudad de Judea
Cuando al fin llego a Betania, se encontró con que Lázaro hacia cuatro días que había sido sepultado
Marta entonces recibió a Jesús con estas palabras
Oh Señor, si hubieras estado, mi hermano no hubiera muerto
Tanto tiempo espere pero tu no llegaste
Ahora es tarde, el ha partido de este mundo
Ya no regresara
Oh mujer, tu hermano volverá a vivir
Créelo, el resucitara
Soy la resurrección, Yo Soy la vida
El que cree en Mi aunque estuviera muerto, volverá a la vida
Y todo aquel que vive y cree en Mi
No morirá eternamente, puedes creerlo
Recitado:
Jesús al ver llorar a María y a los judíos que habían llegado con ella
Se estremeció profundamente y se conmovió en el espíritu
Les pregunto donde lo sepultaron
Le dijeron: "Ven a verlo Señor", Jesús lloro
Muy conmovido entonces se acerco a la tumba
Era una cueva cuya entrada estaba cubierta con una gran piedra
Jesús entonces les dijo: "Quiten la piedra"
Pero Marta, hermana del muerto dijo:
Si Señor, yo en Ti he creído
Que tu eres, que eres el Cristo
El fiel Hijo de Dios, que has venido al mundo
Mas ahora, su cuerpo ya hiede, es de cuatro días
No te he dicho que si creyeres
Veras en tu vida la gloria de Dios
Soy la resurrección, Yo Soy la vida
El que cree en Mi aunque estuviera muerto,
volverá a la vida
Y todo aquel que vive y cree en Mi
No morirá eternamente, puedes creerlo