Desde que la humanidad ha buscado un vehículo para expresar su devoción divina y espiritualidad, la música ha jugado un papel esencial. Entre los muchos géneros que han emergido, Coros Cristianos destaca como una manifestación excepcional de este anhelo. Con raíces que se hunden en la tradición litúrgica y coral, estos grupos no solo han proporcionado una banda sonora para la fe, sino que también han traspasado las barreras del tiempo y la cultura, resonando en corazones de todas las edades.
El origen de los Coros Cristianos se remonta a los primeros días del cristianismo, cuando la música sacra y los cánticos gregorianos comenzaron a formar parte integral del rito religioso. Estos cantos, conocidos por su belleza y simplicidad, se cantaban en latín y buscaban llevar a los fieles a una experiencia más profunda de lo divino.
Con el pasar de los siglos, las iglesias comenzaron a formar coros más organizados. En el período del Renacimiento, por ejemplo, surgieron compositores como Palestrina y Orlando di Lasso, cuyas obras para coro siguen siendo interpretadas hoy en día. En la Edad Media y el Renacimiento, estos grupos se expandieron y se convirtieron en un fenómeno cultural en sí mismos, influenciando incluso a la música secular.
Himno a San Roque González de De Santa Cruz
Paraguay fue bendecido por dios nuestro señor
Ha nacido en nuestra tierra el misionero del amor
De justicia, esperanza, de la paz y libertad
De concordia armonía unidad y hermandad
San Roque González el gran misionero
Entrego su vida por amor a dios
y su corazón grito entre las llamas
Aunque yo me muera con vosotros estoy
Su amor por los marginados era algo sin igual
Enseñaba a los hermanos a amar y perdonar
Con gran gozo proclamaba la palabra del señor
Y mostraba el camino que nos guía hacia Dios
San Roque González el gran misionero
Entrego su vida por amor a dios
y su corazón grito entre las llamas
Aunque yo me muera con vosotros estoy
San Roque el martirizado itaïsape ojejuka
Isuera el malvado que su voz quiso a callar
Grande fue su sorpresa pues el corazón le hablo
Aunque me mates no me muero, yo me voy junto a mi Dios.
San Roque González el gran misionero
Entrego su vida por amor a dios
y su corazón grito entre las llamas
Aunque yo me muera con vosotros estoy