La Caida
Ves que la vuelta está jodida, y tratás de creer
que es algo que el tiempo tiene que arreglar
(te lo debe).
Che, ¿buscás un refugio o salís a correr?
Cruzando paredes con la cabeza no vas a saber
qué se siente.
Hablar en el espacio vacío del pecho
que allá te dejó una vez,
cuando diste todo y dejaste todo,
creyendo en su voz, en tu pecho, y sus manos
mostraron el dedo cruzado
y no quisiste ver.
La noche está fría y sentís, en la piel,
que aun queda la sombra de esos destellos
que dijiste ver.
Mordiste el recuerdo, y ¿qué vas a hacer?
No es tan sencillo pelearle a ese tajo en tu corazón.
No es tan sencillo esquivar el dolor.
¡Si en su cuerpo alado encontraste al sol!
Planeando en sus alas la luna te vio.
Giraban montañas al ver tu esplendor,
y cuando más alto volabas se desvaneció la ilusión
(perdiste el timón).
Naufragando entre cuerpos, buscando el calor,
los besos que diste el olvido atrapó
“La caída es dulce, mi amor. Es dulce”.