Dios, la policía y las prostitutas
En su trono,
el bendito rey
jura clemencia.
Más abajo,
el peón azul
apunta y dispara.
Tanto hijo
¿y la madre qué?
Dios padre ausente.
Sociedad de antifaz inmortal
a prueba de balas.
Abismo terrenal,
desidia celestial.
Señalar sin mirar,
enterrar libertad.
De la ruina,
ruina nacerá.
Creciendo a golpes.
Llora el libre, ríe el capataz.
Botas pisan votos.
Abismo terrenal,
desidia celestial.
Señalar sin mirar,
enterrar libertad.
Clandestina piel
va donde la ley no se ve.
Presa en su verdad
sin saber con quién va a contar.
La mediocridad,
pecado del que carga en su haber
un historial de sangre marginal
que cae en el abismo terrenal,
Nefelia imperial.
Señalar sin mirar,
enterrar libertad.