Reo
Gritar,
si nada queda me da igual.
Mi pueblo arrebató mi amor.
No ven que voy…
… sin más.
Empuño el frío del metal.
Tan fácil no me llevarán.
Sólo luchar…
... ¡soñar!
De nada sirve en el final.
Mi herencia asesinó mi fe.
Y hoy va por mí.
Papá,
¿no ves que hoy me condenás?
Mientras me quede sangre y piel
no me verás.
Mi amor,
cuando no haya adonde escapar
el fuego en mi boca estará.
Adiós, mi cuerpo se va.