Luis Enrique Mejía Godoy nació el 19 de febrero de 1945 en Somoto, un pequeño pueblo del norte de Nicaragua. Hijo de Carlos Mejía Godoy y Pilar Linarte, creció en un ambiente lleno de música y tradiciones, elementos que moldearían su vocación artística y compromiso social. Su hermano menor, Carlos Mejía Godoy, también se convertiría en una figura icónica de la música nicaragüense.
Desde temprano, Luis Enrique mostró inclinaciones hacia la música. Aprendió a tocar la guitarra y otros instrumentos tradicionales, empapándose de la riqueza cultural y folclórica de su país. Esta influencia se reflejó en su estilo musical, que mezcla ritmos tradicionales con líricas cargadas de contenido social y político.
A finales de los años 60 y principios de los 70, Nicaragua vivía bajo la dictadura de la familia Somoza. Durante este período, la música de Luis Enrique Mejía Godoy se convirtió en un vehículo de lucha y esperanza. Sus canciones, como "Canción para un Niño Miserable" y "Son tus Perjúmenes Mujer", resonaron entre las masas como himnos de resistencia y unidad.
A medida que crecía la oposición contra el régimen somocista, Luis Enrique se involucró activamente en el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). A través de su música, contribuyó a la conciencia colectiva y la movilización popular, convirtiéndose en una pieza clave de la Revolución Sandinista que finalmente culminaría con el derrocamiento de la dictadura en 1979.
El vino es mejor en tu boca
te amo es más tierno en tu voz
la noche en tu cuerpo es mas
corta
me estoy enfermando de amor.
Quisiera caminar tu pelo
quisiera hacer noche en tu piel
pensar que fue todo un sueño
después descubrirte otra vez.
Y amarte como yo lo haría
como un hombre a una mujer
tenerte como cosa mía
y no podérmelo creer
tan mía, mía, mía, mía
que eres parte de mi piel
conocerte fue mi suerte
amarte es un placer
mujer.
Quisiera beber de tu pecho
la miel del amanecer
mis dedos buscando senderos
llegar al fin de tu ser.
Bailar el vals de las olas
cuerpo a cuerpo tu y yo
fundirme contigo en la sombra
y hacerte un poema de amor.
Y amarte como yo lo haría
como un hombre a una mujer
tenerte como cosa mía
y no podérmelo creer
tan mía, mía, mía, mía
que eres parte de mi piel
conocerte fue mi suerte
amarte es un placer
mujer.