Rumi Olivo nació el 10 de mayo de 1950 en Elorza, estado Apure, Venezuela. Desde muy joven, Rumi mostró un gran interés por la música y el folclore de su país. Sus primeros contactos con la música llanera, un género tradicional venezolano, fueron a través de su padre, quien tocaba el cuatro (un instrumento típico) en reuniones familiares y fiestas locales.
A los 15 años, Rumi empezó a participar en festivales y concursos de música llanera en su estado natal, donde deslumbró con su potente voz y su habilidad para interpretar joropos y pasajes. Su talento no pasó desapercibido y pronto comenzó a ganar reconocimiento entre los habitantes de Apure.
En 1970, Rumi grabó su primer disco titulado "Cantos del Llano Apureño", dando inicio a una carrera musical que la llevaría a convertirse en una de las voces más representativas de la música venezolana. Este álbum fue bien recibido en el país y sus canciones comenzaron a sonar en las principales estaciones de radio.
La fama de Rumi Olivo no tardó en trascender las fronteras de su estado natal. Pronto empezó a realizar giras por toda Venezuela, llevando su música y la cultura llanera a diferentes rincones del país. A mediados de los años setenta, también realizó sus primeras giras internacionales, visitando países como Colombia y México, donde fue recibida
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Mujer de palabra cierta
Mujer de palabra cierta la que me caracteriza
Vivo mi vida sin prisa
Romántica pero alerta
Soy Una dama despierta que rara vez parpadea
Y si mi nombre desean soy la propio rummy olivo
Que sin rienda y sin estribo monta el caballo que sea
Como será que me llaman dulzura de mata gey
Estricta como la ley voy al doble si me ganan
Olvido si no me aman, pago con igual moneda
Y pido a dios me conceda coraje para luchar
Y así luchando alcázar lo que mi suerte no pueda
Estampa de mi dedigna de aquella mujer llanera
Que le gusta ser sincera y que nunca se resigna
Y se considera digna del más puro sentimiento
Y si algún despecho siento el culpable también llora
Cuando en mis ojos aflorara lágrimas de sufrimiento.
Sufro por el egoísmo de aquellas almas innobles tengo
El corazón de roble para enfrentar el machismo
No busco protagonismo cuando grito la verdad
Para lograr igualdad entre mujeres y hombres
Me gusta ponerle nombre a cualquier dificultad
Lo difícil no me asusta ni en la pelea doy pausa
En favor de alguna causa que yo considere justa
Uso el látigo y la fusta la espuela sin previo aviso
Para el caballo indeciso que no quiera coger brote
Y le doy por cogote con la rienda si es preciso
Me designan con razón mujer de palabra cierta
Si el guarapo solo enfuerta cuando es bueno el papelón
Yo nací con vocación para lo extraordinario
Trabajo lo necesario y una poquita más tal vez
Y juro que triunfare en todos los escenarios.