Adelmo Fornaciari, conocido artísticamente como Zucchero, nació el 25 de septiembre de 1955 en Roncocesi, una pequeña localidad en Emilia-Romaña, Italia. Desde joven, mostró una inclinación hacia la música, influenciado por los sonidos tradicionales italianos y las estrellas del blues y el rock & roll estadounidense. Su apodo "Zucchero" (que significa "azúcar" en italiano) le fue dado por uno de sus maestros en la escuela primaria.
En sus primeros años, Zucchero formó parte de varias bandas escolares. Particularmente significativo fue su paso por Le Nuove Luci y Sugar & Daniel, donde comenzó a desarrollar su estilo único, una mezcla de rock, blues y música italiana. Esta amalgama de influencias sería la base de su exitosa carrera musical.
En 1981, Zucchero ganó el prestigioso Festival de Castrocaro con su canción "Canto te", lo que le abrió las puertas a una mayor atención en la escena musical italiana. Sin embargo, fue en 1983 cuando lanzó su primer álbum, “Un Po' di Zucchero”. A pesar de las críticas mixtas, este álbum puso a Zucchero en el mapa.
La verdadera consagración llegó en 1986 con su álbum “Rispetto”, que contenía éxitos como “Donne”. Este disco obtuvo un impresionante reconocimiento comercial, catapultando a Zucchero a la fama nacional.
La siguiente etapa en la carrera de Zucchero llegó con su álbum “Blue's” en 1987. Con más de un millón de copias vendidas solo en Italia, Zucchero cimentó su Ver BiograFia Completa
Stasera se un uomo mi toccasse
Forse non protesterei
E' tanta ormai la mia delusione che
Non c'è una scelta che è rimasta in me
E quindi se qualcuno mi accarezzasse un poco
Non saprei dire di no
Fosse anche un brutto gioco
Non saprei forse dire di no.
Ma l'aria questa sera per fortuna è fresca
Trascina i miei pensieri sopra il mare
Col cuore chiuso dentro in una tasca
Cammino in fretta ancora verso te.
Perche amore avaro di certo non basta
Avere freddo per cambiare testa
La voglia in fondo resta
Di non lasciarsi andare
Tornare a riprovare.
Stasera se un uomo mi toccasse
Forse non lo picchierei
E' grande ormai la mia confusione che
Non c'è una luce che si accenda in me
E quindi se qualcuno mi parlasse un poco
Forse mi convincerei
Fosse anche un folle gioco
Non lo rifiuterei.