Nicolás
Nicolás va a nacer
al bajar la marea,
sin el viento a favor,
ni pañales de seda.
A ras de un cielo en paz
todo azul y sin nubes,
Nicolás va a llegar
con la luna de octubre.
Nicolás va a tener
por madre a una chiquilla,
que por amor se dio,
y se quedó en la orilla.
La puerta tocará,
y será bienvenido.
Tendrá solo a mamá,
será hijo bien nacido.
Y andará Nicolás
con su carita tierna.
Será fuerte y capaz
de alcanzar las estrellas.
No tendrá Nicolás
el abrazo que aprieta,
pero a cambio tendrá
de verdad quien le quiera.
Ya verás, Nicolás,
tendrás un mundo lleno
de esperanzas, de amor,
de caricias y sueños.
Crecerá Nicolás,
recorrerá el camino
sin dudas ni temor,
seguro a su destino.
A lo lejos tendrá
la luz de un faro guía,
que le dé libertad
y sentido a su vida.
Nicolás, corazón,
será un niño valiente,
bien seguro de sí,
educado y bien fuerte.
No tendrá Nicolás
de su autor una mano,
ni a quien llamar papá,
cuando esté despistado.
Pero a cambio tendrás
del abuelo una mano.
Ya verás, Nicolás,
serás afortunado.