Elias Medina nació en Monterrey, Nuevo León, un lugar de vibrantes contrastes culturales y musicales. Desde pequeño, Medina mostró un interés innato por la música. Pasaba horas escuchando a artistas locales y aprendiendo de la rica tradición musical de su región. Estas experiencias tempranas dejaron una profunda huella en su alma artística.
A medida que Elias crecía, sus influencias musicales se diversificaron. Se inspiró en una mezcla de géneros como la música norteña, el rock, y el pop. Esta amplia variedad de estilos le permitió desarrollar un sonido único. Durante su adolescencia, comenzó a componer sus propias canciones, usando su guitarra como medio para expresar sus emociones y experiencias.
En sus primeros días como artista, Medina tocó en pequeños bares y cafés bohemios de Monterrey. Su talento no tardó en ser reconocido, y pronto se encontró firmando contratos con productoras locales. Su primera producción discográfica capturó su esencia y lo catapultó a la fama.
El primer álbum de Elias, titulado "Caminos de Vida", fue un éxito instantáneo. Con canciones llenas de emotividad y letras profundas, Elias se ganó el corazón de muchos. Algunas de las canciones más populares del álbum incluyen "Vuelve a Mí" y "Sueños Perdidos", que se convirtieron en himnos de amor y desamor.
Nomas Por Orgullo
Le dije que no
Que no iba a volver
Que ya no sentía
Lo mismo de ayer
Nomás por orgullo
No la perdoné
No estaba dispuesto
A perder otra vez
Mi alma lloraba
Pues quería volver
Me estaba muriendo
Al tenerla otra vez
Me estaba ahogando
Por gritarle que la amaba
Y todavía no olvidaba
De sus labios yo la miel
Quería abrazarla
Decirle
Que la extrañaba
Que bastaba con mirarla
Para darme cuenta que
Ha sido todo
Lo que un día llegué a querer
Pero no pude
La dejé irse otra vez
Le dije que no
Nomás por orgullo
La deje ir
Nomás por orgullo
No la perdoné
No estaba dispuesto
A perder otra vez
Mi alma lloraba
Pues quería volver
Me estaba muriendo
Al tenerla otra vez
Me estaba ahogando
Por gritarle que la amaba
Y todavía no olvidaba
De sus labios yo la miel
Quería abrazarla
Decirle
Que la extrañaba
Que bastaba con mirarla
Para darme cuenta que
Ha sido todo
Lo que un día llegué a querer
Pero no pude
La dejé irse otra vez