Esas mujeres
Esas mujeres son la sal y la pimienta de la vida,
esas mujeres, que con solo una mirada nos cautivan.
Esas mujeres, que nos traen y que nos llevan, que nos mueven,
que nos toman, que nos dejan, nos envuelven,
que con solo una palabra nos conmueven.
Esas mujeres, que nos aman, que nos dejan, que nos quieren,
que nos hacen suyos siempre que nos tienen,
y en un puño de la mano nos prefieren.
Esas mujeres, que a su antojo nos manejan, nos sugieren,
y con ese encanto suyo nos convencen.
¿Cómo no habríamos de amar a esas mujeres?
Esas mujeres de figuras sin palabras tan hermosas,
esas mujeres, que por ellas este mundo es otra cosa.
Esas mujeres, delicadas flores bellas, son tan fuertes,
son aroma de agua fresca, son valientes,
¡qué tristeza sin amor de esas mujeres!
Esas mujeres, que nos aman, que nos dejan, que nos quieren,
que nos hacen suyos siempre que nos tienen,
y en un puño de la mano nos prefieren.
Esas mujeres, que a su antojo nos manejan, nos sugieren,
y con ese encanto suyo nos convencen.
¿Cómo no habríamos de amar a esas mujeres?
Esas mujeres, que a su antojo nos manejan, nos sugieren,
y con ese encanto suyo nos convencen.
¿Cómo no habríamos de amar a esas mujeres?