Del nogal
Plantamos aquel nogal
con entusiasmo ayer
y hoy es árbol al crecer
que da sombra al hogar.
En sus ramas hay lugar
para anidar y cantar.
Pájaros libres albergan,
que viven y sueñan
y gozan volar.
Las hojas verdes acunan
susurros del viento
que viene a silbar.
En el ritual de enterrar
el retoño con fe
supimos que habría de ser
más vida en el lugar.
En su constante crecer
supo a la tierra abrazar.
Mientras su tronco recuerda
las manos aquellas
del día de plantar.
Sus ramas y frutos y hojas,
son risas y almas
del tiempo inicial.