La querida ciudad nuestra (con Figueras)
Allá a finales de mayo
de mil nueve cuarenta y dos,
la Comisión de Fomento,
el gobierno estableció.
Donde había nacido un pueblo,
ya en la década del veinte,
General Fernández Oro
se planta pleno y presente.
Kilómetro, tren, estación,
es mil ciento ochenta y uno;
de su historia evolución,
hoy museo, cultura y mundo.
Manzanas, peras, ciruelas,
durazno, lúpulo y vino,
del orense vanagloria
y de orgullo rionegrino.
En estudio y en trabajo,
en el campo y las escuelas
¡General Fernández Oro,
la querida ciudad nuestra!