Vocaloid 2 no es solo un software de síntesis de voz; es un fenómeno cultural que ha dejado una marca indeleble en el mundo de la música. Desde su lanzamiento en 2007, ha capturado la imaginación de millones al brindar la posibilidad de crear música con voces sintetizadas de manera realista. Este artículo explorará la evolución y el impacto de Vocaloid 2, sus personajes icónicos, el proceso de creación detrás de sus voces, y cómo ha influido en la cultura musical global.
Antes de adentrarnos en Vocaloid 2, es esencial entender el nacimiento del concepto Vocaloid. La tecnología Vocaloid fue desarrollada por Yamaha Corporation y el software original se lanzó en 2004. La idea principal consistía en crear un software que pudiera sintetizar voces humanas para cantar, proporcionando herramientas a músicos y compositores para ampliar sus capacidades creativas sin la necesidad de un cantante humano.
En 2007, Vocaloid 2 vino a revolucionar el campo de la síntesis vocal. Esta versión se presentó con mejoras significativas en la calidad de las voces y en la interfaz de usuario. De inmediato, captó la atención no solo de músicos profesionales, sino también de aficionados y entusiastas de la tecnología musical.
Una de las características más notorias de Vocaloid 2 fue la introducción de personajes virtuales, que añadieron un componente visual y emocional al software. Entre ellos, destacaron figuras que se convirtieron en auténticas estrellas digitales.
Can´t I Even Dream? Hatsune Miku
Te busco desesperada, quiero encontrarte
Incluso todo lo que era mío lo he dejado
Me siento perdida, mientras avanzo siento como el viento me arrastra
Desafío el dolor, que aún permanece, en mi cuerpo helando mi ser
Pero si tropiezo de tanto correr
Nunca el camino encontraré...
Mientras estoy aquí, rezando a que al fin mi príncipe venga a salvarme
Y me pregunto, ¿si yo podré soñar?
La lluvia empapa mi rostro y mientras enloquezco finjo una sonrisa
Mientras estoy aquí, sintiendo un gran dolor
Nunca se rendirá este corazón
Si empiezo a gritar sé que no escucharás, no valdrá la pena...
Mientras estoy aquí, rezando a que al fin mi príncipe venga a salvarme
Y me pregunto, ¿Si yo podré soñar?
¿Acaso no me es permitido soñar?