Oda al enemigo
A todos aquellos que me excluyen
a aquellos que buscan criticarme
aquí les envío una nota
sin rencor,
sin rencor.
A todos los que hurgan en mis huesos
tapando su ego vanidoso:
sé que soy aceite, ellos vinagre.
Qué va a ser,
qué va a ser.
A los que pretenden acallar mi pobre voz
les dirijo mi saludo sin afán de burlador;
como amigo
sigo.
A los que me lanzan proyectiles
siempre mis espaldas -pobres viles-,
les brindo un pequeño homenaje:
sigan pues,
sigan pues.
Acepto mi espina en la carne;
acepto obediente mi desarme.
Tal vez con el tiempo agradezca
su razón
de existir.
A los que pretenden acallar mi pobre voz
les dirijo mi saludo sin afán de burlador;
como amigo
sigo
también.