La venganza de los años
Esperé desde siempre al desengaño
poderlo interrogar, no importa dónde;
y por más que busqué su par, se esconde:
fulguran de impaciencia estos, mis años.
¿Acaso la injusticia aun reinando
seguirá carcomiendo la pureza?
¿Acaso la desgracia de estar presa
no verá llegar su fin, hecha pedazos?
Yo tengo que escribir sobre esta afrenta
que debemos los humanos ver por dentro;
yo tengo que elevar mi pecho al centro
y ponerle, por fin, freno a esta tormenta.
Esperé desde siempre al desengaño
poderlo interrogar, no importa dónde;
yo sé qué habrá un castigo que le ronde
cuando seque, al fin, tu lágrima en mi paño.