A nada creo yo, sólo a la sangre
Mi escudo y mi canción eres Tú,
mi alma y mi descanso eres Tú.
A nada creo yo, sólo a la sangre.
Sólo a la sangre de Jesús.
En ella está la Luz que me salvó,
en ella está la Vida de mi Dios.
A nada creo yo, sólo a la sangre.
Sólo a la sangre de Jesús.
En ella tengo redención,
en ella está mi paz, mi salvación.
A nada creo yo, sólo a la sangre.
Sólo a la sangre de Jesús.
En ella está la Voz que me llamó,
el sello y la señal de ella salió.
¿A dónde encontrarás consolación?
sólo en la sangre de Jesús.