¿Con qué pagaremos?
¿Con qué pagaremos, el inmenso amor?
que diste Tu vida por el vil pecador.
Señor Jesucristo, conforta mi alma,
para que yo pueda vencer en la lucha,
y servirte mejor.
NO TENGO QUE DARTE,
POR AMARME TANTO,
RECIBE ESTE CANTO,
MEZCLADO CON LLANTO
DE MI CORAZÓN.
No puedo pagarte con oro ni plata,
el gran sacrificio que hiciste por mí,
en cambio recibe la ofrenda humillada
la ofrenda humillada,
Señor Jesucristo, mi fiel corazón.